Campanas sumarinas
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Campanas sumarinas
Introducción
Izquierda: Torpedeamiento de un mercante del convoy ártico PQ-17 en 1942. Derecha: el portaviones HMS Courageous hundido por el U-29 el 07-09-1939.
II. Resultados Indirectos
La campaña submarina alemana, tuvo substanciales efectos indirectos y de segundo orden sobre el esfuerzo de guerra aliado. Estos efectos resultaron en un significativo problema logístico aliado. Para empezar, uno de los efectos indirectos fue la capacidad total de transporte debido al uso de convoyes. El mando naval aliado calculó que la travesía de un barco se incremente entre un 18% y un 45% (el mando de submarinos alemán estimaba un 33% en promedio) más de tiempo cuando navega en convoy.
HMS Braham, hundido por el U-331 el 25-11-1941.
Convoy en el Atlántico, 1942. la navegación en convoy incrementaba el tiempo de travesía en un 33%.
El resultado de esta “pérdida de tiempo”, combinada con las significativas pérdidas (hasta julio de 1943, las pérdidas aliadas en barcos mercantes, excedían la producción de los mismos) tuvo 2 efectos en el bando aliado: Primero, se debió botar un numero mayor de barcos a los requeridos en el Atlántico. Segundo, pese a tener más barcos, los aliados seguían sin poseer la capacidad logística que deseaban. Así, la falta de mercantes obligó al Ejercito estadounidense a reducir el tamaño de sus fuerzas en las islas británicas previamente a “Overlord” a proporciones mucho más modestas (en 1942 se tenía la intención de poner en pie un ejército de 16 a 17 millones de hombres). Esto ocasionó que las fechas del ataque a la Muralla del Atlántico se fuesen postergando, porque incluso en Septiembre, sólo habían 12 divisiones estadounidenses en el Reino Unido, lo que combinado con las 13 divisiones británicas, era inferior a las 44 divisiones de la Wehrmacht estacionadas en el Occidente de Europa.
La falta de la cantidad necesaria de mercantes y auxiliares, así como la carencia en cantidades suficientes de buques y barcazas de desembarco, impidió mantener el avance aliado en la península italiana. Pero aún más significativamente, impidió que la operación “Anvil” (desembarco en el Mediodía francés) fuese llevada a cabo en forma simultanea a “Overlord” en Junio (a fin de hacer que la Wehrmacht se viese obligada a retirar fuerzas de Normandía), Cuando se realizó en el mes de Agosto, estaba desconectada estratégicamente de “Overlord” y fue de poca utilidad.
Desembarco en Normandía, 06-06-1941.
La escasez de barcazas impidió realizar las operaciones Overlord y Anvil simultáneamente.
Morrison sostiene que los aliados gastaron “cientos de billones de dólares” en derrotar a los U-Boats”. El Alte. Doenitz mantuvo a los submarinos alemanes en el Atlántico incluso después de ser derrotados para prevenir que los aliados utilizaran los recursos liberados en otras formas contra Alemania. Para un observador, los aliados emplearon recursos desproporcionados en derrotar la fuerza submarina alemana. Para comprender esto es conveniente comparar los costos de ambas partes considerando:
Los aspectos económicos de una guerra implican los esfuerzos de un país por atacar la base industrial y logística de una potencia enemiga, a fin de vencer su resistencia. Ejemplos típicos de esta faceta son el bombardeo de las industrias, o cortar las líneas marítimas de comunicación. En el estudio de la guerra, los analistas militares muchas veces descuidan el estudio de estos aspectos económicos y muchas veces soslayan su utilidad. Los efectos económicos de la guerra naval en la habilidad de una potencia enemiga de proyectar poder también son ignorados. Por ejemplo, las dos principales campañas submarinas de la Segunda Guerra Mundial son estudiadas primariamente por las lecciones militares que de ella se desprenden (sonar, radar aéreo, diversos tipos de armamento antisubmarino, torpedos, estrategias de ataque y de defensa), pero se han realizado pocos estudios en los efectos logísticos y económicos de estas campañas. El propósito de estudio es analizar los efectos directos, indirectos y secundarios de las campañas submarinas alemana en el Atlántico y estadounidense en el Pacífico. La exitosa guerra submarina de la Marina estadounidense puede demostrarnos como la guerra naval puede incidir seriamente en el esfuerzo industrial de guerra de la potencia enemiga. La relevancia de la campaña submarina alemana es más sutil, y aunque generalmente es considerada como una campaña fallida, esta campaña demuestra como la guerra naval aunque no reduzca la producción industrial enemiga, puede causar un serio problema logístico. Guerra submarina en el Atlántico Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Kriegsmarine (KM) era demasiado pequeña para disputar el control del mar a la Royal Navy (RN) británica. La única posibilidad estratégica de Alemania era atacar el comercio aliado utilizando su pequeña flota submarina. Durante la guerra, la KM llevó a cabo una clásica guerra de corso utilizando tanto navíos de superficie, aeronaves y sobre todo, submarinos. El Alte. K. Doenitz empleó los submarinos a su mando en el punto más débil de las defensas enemigas en donde ellos pudiesen hacer el máximo de daño. I. Resultados Directos Durante la guerra, los alemanes hundieron 5150 barcos aliados con un desplazamiento de 21.6 millones de toneladas. De este gran total, los U-Boats fueron responsables de 2828 barcos y 14.7 millones de toneladas, es decir el equivalente a toda la flota mercante británica en 1939. Adicionalmente, hundieron 187 naves de guerra, incluyendo 6 portaaviones y 2 acorazados. Estos resultados sólo pudieron alcanzarse a un costo muy elevado: 785 submarinos destruídos de los 1158 construídos. |
Izquierda: Torpedeamiento de un mercante del convoy ártico PQ-17 en 1942. Derecha: el portaviones HMS Courageous hundido por el U-29 el 07-09-1939.
II. Resultados Indirectos
La campaña submarina alemana, tuvo substanciales efectos indirectos y de segundo orden sobre el esfuerzo de guerra aliado. Estos efectos resultaron en un significativo problema logístico aliado. Para empezar, uno de los efectos indirectos fue la capacidad total de transporte debido al uso de convoyes. El mando naval aliado calculó que la travesía de un barco se incremente entre un 18% y un 45% (el mando de submarinos alemán estimaba un 33% en promedio) más de tiempo cuando navega en convoy.
HMS Braham, hundido por el U-331 el 25-11-1941.
Convoy en el Atlántico, 1942. la navegación en convoy incrementaba el tiempo de travesía en un 33%.
El resultado de esta “pérdida de tiempo”, combinada con las significativas pérdidas (hasta julio de 1943, las pérdidas aliadas en barcos mercantes, excedían la producción de los mismos) tuvo 2 efectos en el bando aliado: Primero, se debió botar un numero mayor de barcos a los requeridos en el Atlántico. Segundo, pese a tener más barcos, los aliados seguían sin poseer la capacidad logística que deseaban. Así, la falta de mercantes obligó al Ejercito estadounidense a reducir el tamaño de sus fuerzas en las islas británicas previamente a “Overlord” a proporciones mucho más modestas (en 1942 se tenía la intención de poner en pie un ejército de 16 a 17 millones de hombres). Esto ocasionó que las fechas del ataque a la Muralla del Atlántico se fuesen postergando, porque incluso en Septiembre, sólo habían 12 divisiones estadounidenses en el Reino Unido, lo que combinado con las 13 divisiones británicas, era inferior a las 44 divisiones de la Wehrmacht estacionadas en el Occidente de Europa.
La falta de la cantidad necesaria de mercantes y auxiliares, así como la carencia en cantidades suficientes de buques y barcazas de desembarco, impidió mantener el avance aliado en la península italiana. Pero aún más significativamente, impidió que la operación “Anvil” (desembarco en el Mediodía francés) fuese llevada a cabo en forma simultanea a “Overlord” en Junio (a fin de hacer que la Wehrmacht se viese obligada a retirar fuerzas de Normandía), Cuando se realizó en el mes de Agosto, estaba desconectada estratégicamente de “Overlord” y fue de poca utilidad.
Desembarco en Normandía, 06-06-1941.
La escasez de barcazas impidió realizar las operaciones Overlord y Anvil simultáneamente.
Morrison sostiene que los aliados gastaron “cientos de billones de dólares” en derrotar a los U-Boats”. El Alte. Doenitz mantuvo a los submarinos alemanes en el Atlántico incluso después de ser derrotados para prevenir que los aliados utilizaran los recursos liberados en otras formas contra Alemania. Para un observador, los aliados emplearon recursos desproporcionados en derrotar la fuerza submarina alemana. Para comprender esto es conveniente comparar los costos de ambas partes considerando:
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Re: Campanas sumarinas
continuo:
1) El costo de los barcos destruidos por los U-boats, más los costos ocasionados por la navegación en convoy.
2) Los costos de escoltas ASW y aviones de patrulla.
0
3) El costo de los submarinos alemanes.
NB: Sólo se incluyen los 1,158 submarinos terminados
Los aliados invirtieron un total de $ 26.400 millones en comparación con el gasto alemán de $2.760 millones. Los aliados gastaron 9.6 veces más que los alemanes.
Los costos desproporcionados y el sobrecargo logístico impuesto a los aliados por los U-Boats, hacen que se replantee el veredicto de la Historia acerca del “fracaso” de la campaña submarina alemana. Aunque los submarinistas germanos no obtuvieron una victoria decisiva en el Atlántico, estos marinos claramente ganaron tiempo para el aparato militar alemán, un hecho extraordinario considerando que Alemania comenzó la guerra sólo con 57 submarinos y evantualmente combatió contra las dos principales potencias navales juntas.
Guerra submarina en el Pacífico
La campaña submarina estadounidense en el Pacífico tuvo efectos substanciales directos, indirectos y de segundo orden en la economía japonés y en las 4 bases del poder militar nipón: poder aéreo, el ejército, la marina de guerra y la marina mercante. Es importante analizar que la guerra submarina fue predominante, aunque no el único factor (por lo que no se debe aislar del contexto de otro tipo de ataques –aéreos y de fuerzas navales de superficie- al sistema de transporte japonés) en la destrucción del comercio japonés y el daño consecuente en su economía.
Submarinos estadounidenses clase Balao y Gato en el Pacífico, 1944.
I. Resultados Directos
La flota mercante japonesa sufrió la pérdida de 8.1 millones de toneladas durante la guerra, con los submarinos hundiendo 4.9 millones (el 60%) de estas pérdidas. Adicionalmente, los submarinos de la Marina de los Estados Unidos (USN) hundieron 700,000 toneladas en buques de guerra (el 30% del total), incluyendo 8 portaaviones, 1 acorazado y 11 cruceros. De un total de 288 submarinos desplegados durante la guerra, se perdieron 52 (48 en el Pacífico), los submarinistas estadounidenses (cuyo personal consistía apenas el 1.6 del total de la USN) sufrieron la tasa de pérdidas más alta de todos los servicios de las FAS americanas, con un 22% de muertos.
1) El costo de los barcos destruidos por los U-boats, más los costos ocasionados por la navegación en convoy.
BARCOS MERCANTES ALIADOS | 0 |
Flota Mercante Británica 1939: ........................ 17,430,000 t. Flota Mercante Americana 1941:............. 8,500,000 tons (2/3 en el Atlántico) Otras naciones aliadas ocupadas por el Eje:..... 3,000,000 t. | 0 |
Costo de barcos mercantes hundidos por submarinos | 14,687,231 tons ($420 la ton). |
50% de los mercantes destruidos llevaban carga. | costo de la carga = costo del barco |
Mercantes americanos construidos:..... 5,777 con 39,920,000 t. | costo $14.200 millones.(2/3 en el Atántico) |
RU y Canadá produjeron 11.900,000 million de barcos mercantes. | costo $ 4.230 millones |
33% perdida de capacidad de transporte por el sistema de convoyes. | 11.36 milliones de toneladas a $420/ton. |
No se incluyen los costo de reparación de buques averiados. | 0 |
Total: | Total: $14.65 billion. |
BUQUES DE GUERRA ALIADOS | 0 |
USN 140 destroyers (en el Atlántico) | $10 millones c/u |
USCG 56 fragatas. | $2.3 millones c/u |
USN botó: 520 DDE + 96 FF para la protección convoy. | $6.4 millones / $2.3 millones |
USN 61 CVE - ASW | $12 millones c/u |
RN + RCN 302 destroyers en el Atlantico (50% en labores ASW) | $10 millones c/u |
RN y RCN botó: 169 DDE + 156 FF + 63 sloops + 306 corvetas | $6.4 / $2.3 / $ 4 / $2 millones |
No se toma en cuenta unidades costeras incluso con función ASW. | 0 |
No se toma en cuenta unidade mayores hundidas. | 0 |
Total: | $10.150 millones |
AVIONES ALIADOS | 0 |
USN 4719 aviones con la Flota del Atlántico.( 50% ASW). | 0 |
RN y RCN + Mando Costero RAF: 1590 aviones | 0 |
200 bombarderos perdidos en ataques a bases submarinas o astilleros. | 0 |
No se incluyen los costos del USAAF mi del CAP (Civil Air Patrol) . | 0 |
Total | $1.600 millones |
SUBMARINOS ALEMANES | 0 |
52 Tipo II | $ 1.030 millones |
705 Tipo VII | $ 2.250 millones |
194 Tipo IX | $ 3.200 millones |
8 Tipo XB | $ 3.175 millones |
10 Tipo XIV$ | $ 3.510 millones |
123 Tipo XXI . | $ 2.875 milliones |
59 Tipo XXIII | $ 1.030 millones |
7 Tipo Walther | $ 2.130 millones |
Total: | $ 2.760 millones |
Los aliados invirtieron un total de $ 26.400 millones en comparación con el gasto alemán de $2.760 millones. Los aliados gastaron 9.6 veces más que los alemanes.
Los costos desproporcionados y el sobrecargo logístico impuesto a los aliados por los U-Boats, hacen que se replantee el veredicto de la Historia acerca del “fracaso” de la campaña submarina alemana. Aunque los submarinistas germanos no obtuvieron una victoria decisiva en el Atlántico, estos marinos claramente ganaron tiempo para el aparato militar alemán, un hecho extraordinario considerando que Alemania comenzó la guerra sólo con 57 submarinos y evantualmente combatió contra las dos principales potencias navales juntas.
Guerra submarina en el Pacífico
La campaña submarina estadounidense en el Pacífico tuvo efectos substanciales directos, indirectos y de segundo orden en la economía japonés y en las 4 bases del poder militar nipón: poder aéreo, el ejército, la marina de guerra y la marina mercante. Es importante analizar que la guerra submarina fue predominante, aunque no el único factor (por lo que no se debe aislar del contexto de otro tipo de ataques –aéreos y de fuerzas navales de superficie- al sistema de transporte japonés) en la destrucción del comercio japonés y el daño consecuente en su economía.
Submarinos estadounidenses clase Balao y Gato en el Pacífico, 1944.
I. Resultados Directos
La flota mercante japonesa sufrió la pérdida de 8.1 millones de toneladas durante la guerra, con los submarinos hundiendo 4.9 millones (el 60%) de estas pérdidas. Adicionalmente, los submarinos de la Marina de los Estados Unidos (USN) hundieron 700,000 toneladas en buques de guerra (el 30% del total), incluyendo 8 portaaviones, 1 acorazado y 11 cruceros. De un total de 288 submarinos desplegados durante la guerra, se perdieron 52 (48 en el Pacífico), los submarinistas estadounidenses (cuyo personal consistía apenas el 1.6 del total de la USN) sufrieron la tasa de pérdidas más alta de todos los servicios de las FAS americanas, con un 22% de muertos.
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Re: Campanas sumarinas
continuo:
II. Resultados Indirectos
Las pérdidas en navíos mercantes, combinado con los costos indirectos de una porción de la flota mercante debido al sistema de convoyes, redujeron significativamente la fortaleza económica del Japón. Las importaciones de los 16 materiales estratégicos para el esfuerzo de guerra, cayó de 20 millones de toneladas en 1941 a unas meras 2.7 millones de toneladas en los 6 primeros meses de 1945. Las importaciones de bauxita cayeron en un 88% entre el verano y otoño de 1944, el mineral de hierro en un 95%, el algodón y lana en un 91%, la maderas en un 98% y el 100% del azúcar y caucho.
Las importaciones de petróleo del Japón cayeron de 1.75 millones de barriles por mes en Agosto de 1943 a 360,000 barriles por mes en Julio del año siguiente. Desde Septiembre de 1943 la proporción del petróleo enviado desde los campos de las Indias Orientales y Birmania jamás excedió el 28% y en los últimos 15 meses apenas fue de un 9%. Estas pérdidas son particularmente graves si se considera que para operar la Armada Imperial Japonesa (IJN) requería 1.6 millones de barriles de petróleo para poder cumplir todas sus misiones. La evidencia anecdótica del daño que la guerra de corso producía en el Japón es abrumadora, desde la carga de crudo en acorazados hasta los experimentos para obtener gasolina a partir de papas y otras solenáceas.
La carencia de petróleo redundaba en la industria bélica, las carencias de combustible de aviación forzaron a las fabricas aeronáuticas q reducir las pruebas de motores de 8 horas y 5 vuelos a solamente 2 horas del 10% de cada lote. Esto explica la dramática caída de la calidad de los motores aéreos nipones hacia el final de la guerra. La escasez de combustible también redujo la calidad de los pilotos. En 1944 el Cmte. Fuchida se quejaba del “entrenamiento inadecuado de los pilotos antes de llegar a las unidades operativas”, y cuando llegaba e ellas, las oportunidades de entrenar tampoco mejoraban.
De hecho, las serias limitaciones de combustible, incidieron adversamente en las operaciones navales directamente: Antes del la Batalla de las Marianas, el Alte. Toyoda planeó colocar sus portaaviones en Tawitawi, cerca de los suministros de petróleo de Borneo, a fin de poder nivelar el deficiente entrenamiento de sus dotaciones aéreas. Alertados por este desplazamiento, el Mando Naval americano posicionó submarinos en el área. Frente a esta situación, Toyoda se vio impedido de este preposicionamiento en Borneo y consecuentemente, sus pilotos fueron al combate con una preparación deficiente. El resultado es conocido: el “tiro al pavo” de las Marinas.
Por otro lado, no sólo cuentan los hundimientos, también los daños a la flota imperial sirvió para sobrecargar aún más a la muy estresada capacidad de los astilleros nipones para hacer frente a la demanda tanto para repara barcos dañados, como de buques nuevos. En 1943 la IJN gastó el 12% de su presupuesto de construcciones navales en reparaciones, pero en el ’45 este porcentaje se incrementó al 34%. En 1941 el Japón utilizaba, al inicio de la guerra en el Pacífico, el 7% de su producción de acero en la producción de naves mercantes, pero esa proporción era de un 46% en 1945.
La flota mercante nipona tuvo una pérdida de eficiencia, en la crítica ruta entre Singapur y Japón, del 45% en el año que medió entre Mayo de 1943 y Mayo de 1944. La tasa de envío exitosos de material militar a las unidades de primera línea era de 96% en promedio en 1942, declinó a un 83% en 1943, 67% en 1944 y sólo 51% en 1945. A través de la guerra, el flujo de municiones fue 15% menos de lo requerido y entre el 33% y el 50% de los alimentos se perdían antes de llegar al combatiente en el frente.
Frente a esta situación de desabastecimiento, la IJN utilizó parte de su flota submarina para abastecer a las guarniciones aisladas, disminuyendo así los recursos con los que se podrían atacar las líneas de comunicación marítima estadounidense (de haber tenido la doctrina de hacerlo desde un principio). La falta de transportes y el control de las vías marítimas de comunicación por parte de la USN forzó a las FAS japonesas a la inmovilidad estratégica, cediendo toda la iniciativa a los aliados.
Para estudiar el impacto económico de la campaña submarina estadounidense en el esfuerzo de guerra en particular y la economía japonesa en general, se hacen un calculo basado en:
1. El costo de los barcos destruidos por los submarinos americanos, más el costo indirecto asociado a la pérdida de tiempo por navegar en convoy (aunque es conveniente recordar que sólo el 10% de la flota japonesa navegó en convoy con escolta ASW).
2. El costo de los buques de la IJN hundidos por submarinos y el costo de todos los buques ASW (equivalentes a fragatas y corvetas). Tanto el uso de aviones de patrulla como la utilización de destructores de línea no son tenidos en cuente (y por lo tanto este resultado es un subestimado).
La conversión del yen al dólar estadounidense es algo complicada. Antes de la guerra era de 3.5 yenes por dólar, pero a causa de los bombardeos, el costo de construcción en el Japón se multiplicó por 12.8. Adicionalmente, se calcula que la eficiencia de un trabajador de astillero japonés es del 28% que su contraparte estadounidense.
3. El costo de los 288 submarinos estadounidenses (independientemente donde sirviesen).
Basados en este estimado global, el Japón invirtió por lo menos 42.3 veces más tanto en pérdidas como en fuerzas ASW, que lo que la USN invirtió en su fuerza submarina. Cuando se tiene en cuenta que la economía japonesa era solamente el 9% de la economía americana de 1937, se puede ver la altísima relación costo-eficacia alcanzada por la campaña submarina estadounidense. Incluso un año antes del comienzo de los masivos bombardeos aéreos sobre las islas metropolitanas, la guerra contra las líneas de comunicación niponas tuvieron un impacto decisivo la economía de guerra japonesa y a la larga en la guerra misma.
Conclusiones e implicaciones
Se pueden obtener importunes lecciones de la efectividad de la guerra submarina sobre las líneas de comunicación marítima en estos dos casos históricos de la Segunda Guerra Mundial.
1. Estas campañas fueron dirigidas contra oponentes que debían utilizar el transporte marítimo tanto para importar materias primas, como para poder proyectar sus fuerzas militares lejos del territorio metropolitano. Un ataque submarino contra las líneas logísticas de comunicación marítima no sería efectivo contra una potencia continental.
2. En ambas campañas, incluida la de la KM, hubo costos desproporcionados para el lado que se defendía de los submarinos.
3. Los efectos indirectos y de segundo orden en esas campañas, fueron virtualmente tan importantes como los costos directos. De hecho, los efectos indirectos y de segundo orden tuvieron una importancia relevante en el Atlántico, incluso luego de la derrota de los U-Boats.
4. En ambas campañas, los efectos de la guerra submarina sobre un oponente, conllevó a la reducción substancial de la capacidad estratégica e industrial de dicho oponente. En el caso del Atlántico, los aliados debieron cambiar las prioridades industriales y reducir la producción de equipo anfibio. La falta de este equipo anfibio conllevó al retraso en la apertura de un segundo frente en Francia. En el caso del Pacífico, la campaña submarina de la USN redujo significativamente la capacidad de implementar su estrategia defensiva y fue ideal para confrontar a un enemigo que debía abastecer a sus fuerzas a través de grandes distancias por mar.
Es interesante comparar el grado de vulnerabilidad actual de los Estados Unidos frente a una potencia regional que intente atacar las líneas de comunicación marítimas. Dentro de la USN se escucha algo de discusión acerca del posible impacto de un ataque submarino sobre un grupo de batalla, pero pocos consideran el impacto sobre el vulnerable sistema de transporte marítimo. Pues los EUA son dependientes en gran medida del transporte marítimo para poder proyectar su poder militar y un oponente potencial podría utilizar esta vulnerabilidad a su favor.
II. Resultados Indirectos
Las pérdidas en navíos mercantes, combinado con los costos indirectos de una porción de la flota mercante debido al sistema de convoyes, redujeron significativamente la fortaleza económica del Japón. Las importaciones de los 16 materiales estratégicos para el esfuerzo de guerra, cayó de 20 millones de toneladas en 1941 a unas meras 2.7 millones de toneladas en los 6 primeros meses de 1945. Las importaciones de bauxita cayeron en un 88% entre el verano y otoño de 1944, el mineral de hierro en un 95%, el algodón y lana en un 91%, la maderas en un 98% y el 100% del azúcar y caucho.
Las importaciones de petróleo del Japón cayeron de 1.75 millones de barriles por mes en Agosto de 1943 a 360,000 barriles por mes en Julio del año siguiente. Desde Septiembre de 1943 la proporción del petróleo enviado desde los campos de las Indias Orientales y Birmania jamás excedió el 28% y en los últimos 15 meses apenas fue de un 9%. Estas pérdidas son particularmente graves si se considera que para operar la Armada Imperial Japonesa (IJN) requería 1.6 millones de barriles de petróleo para poder cumplir todas sus misiones. La evidencia anecdótica del daño que la guerra de corso producía en el Japón es abrumadora, desde la carga de crudo en acorazados hasta los experimentos para obtener gasolina a partir de papas y otras solenáceas.
La carencia de petróleo redundaba en la industria bélica, las carencias de combustible de aviación forzaron a las fabricas aeronáuticas q reducir las pruebas de motores de 8 horas y 5 vuelos a solamente 2 horas del 10% de cada lote. Esto explica la dramática caída de la calidad de los motores aéreos nipones hacia el final de la guerra. La escasez de combustible también redujo la calidad de los pilotos. En 1944 el Cmte. Fuchida se quejaba del “entrenamiento inadecuado de los pilotos antes de llegar a las unidades operativas”, y cuando llegaba e ellas, las oportunidades de entrenar tampoco mejoraban.
De hecho, las serias limitaciones de combustible, incidieron adversamente en las operaciones navales directamente: Antes del la Batalla de las Marianas, el Alte. Toyoda planeó colocar sus portaaviones en Tawitawi, cerca de los suministros de petróleo de Borneo, a fin de poder nivelar el deficiente entrenamiento de sus dotaciones aéreas. Alertados por este desplazamiento, el Mando Naval americano posicionó submarinos en el área. Frente a esta situación, Toyoda se vio impedido de este preposicionamiento en Borneo y consecuentemente, sus pilotos fueron al combate con una preparación deficiente. El resultado es conocido: el “tiro al pavo” de las Marinas.
Por otro lado, no sólo cuentan los hundimientos, también los daños a la flota imperial sirvió para sobrecargar aún más a la muy estresada capacidad de los astilleros nipones para hacer frente a la demanda tanto para repara barcos dañados, como de buques nuevos. En 1943 la IJN gastó el 12% de su presupuesto de construcciones navales en reparaciones, pero en el ’45 este porcentaje se incrementó al 34%. En 1941 el Japón utilizaba, al inicio de la guerra en el Pacífico, el 7% de su producción de acero en la producción de naves mercantes, pero esa proporción era de un 46% en 1945.
La flota mercante nipona tuvo una pérdida de eficiencia, en la crítica ruta entre Singapur y Japón, del 45% en el año que medió entre Mayo de 1943 y Mayo de 1944. La tasa de envío exitosos de material militar a las unidades de primera línea era de 96% en promedio en 1942, declinó a un 83% en 1943, 67% en 1944 y sólo 51% en 1945. A través de la guerra, el flujo de municiones fue 15% menos de lo requerido y entre el 33% y el 50% de los alimentos se perdían antes de llegar al combatiente en el frente.
Frente a esta situación de desabastecimiento, la IJN utilizó parte de su flota submarina para abastecer a las guarniciones aisladas, disminuyendo así los recursos con los que se podrían atacar las líneas de comunicación marítima estadounidense (de haber tenido la doctrina de hacerlo desde un principio). La falta de transportes y el control de las vías marítimas de comunicación por parte de la USN forzó a las FAS japonesas a la inmovilidad estratégica, cediendo toda la iniciativa a los aliados.
Para estudiar el impacto económico de la campaña submarina estadounidense en el esfuerzo de guerra en particular y la economía japonesa en general, se hacen un calculo basado en:
1. El costo de los barcos destruidos por los submarinos americanos, más el costo indirecto asociado a la pérdida de tiempo por navegar en convoy (aunque es conveniente recordar que sólo el 10% de la flota japonesa navegó en convoy con escolta ASW).
MERCANTES JAPONESES | 0 |
Costo de barcos mercantes hundidos por submarinos | 5,121,000 tons (864 Yen/ton) |
50% de los mercantes destruidos llevaban carga. | costo de la carga = costo del barco |
10% perdido por la ineficiencia de la navegación en convoy. | 6 million tons a 864 Yen/ton |
Total: | 7.26 Billion Yen |
BUQUES IJN HUNDIDOS | 0 |
8 portaaviones(219,500 tons) | 3895 Yen/ton. |
1acorazado (31,000) | 2140 Yen/ton |
11 cruceros (67,050 tons) | 5151 Yen/ton. |
41 destroyers (67,130 tons) | 3522 Yen/ton. |
18 submarinos (26,540) | 8317 Yen/ton |
4 auxiliares (25,000) tons | 3522 Yen/ton |
Escoltas Construidos | 0 |
Frigates (179,150 tons) | 5575 Yen/ton |
Corvettes (25,480 tons) | 5575 Yen/ton |
Total: | 2,86 BillionYen. |
3. El costo de los 288 submarinos estadounidenses (independientemente donde sirviesen).
SUBMARINOS ESTADOUNIDENSES | 0 |
6 R clase + clase B | $ 0.85 Millones c/u. |
38 clase S | $ 1.65 millones c/u. |
244 Fleet | $ 3.3 millones c/u. |
Total: | $ 873 millones |
Conclusiones e implicaciones
Se pueden obtener importunes lecciones de la efectividad de la guerra submarina sobre las líneas de comunicación marítima en estos dos casos históricos de la Segunda Guerra Mundial.
1. Estas campañas fueron dirigidas contra oponentes que debían utilizar el transporte marítimo tanto para importar materias primas, como para poder proyectar sus fuerzas militares lejos del territorio metropolitano. Un ataque submarino contra las líneas logísticas de comunicación marítima no sería efectivo contra una potencia continental.
2. En ambas campañas, incluida la de la KM, hubo costos desproporcionados para el lado que se defendía de los submarinos.
3. Los efectos indirectos y de segundo orden en esas campañas, fueron virtualmente tan importantes como los costos directos. De hecho, los efectos indirectos y de segundo orden tuvieron una importancia relevante en el Atlántico, incluso luego de la derrota de los U-Boats.
4. En ambas campañas, los efectos de la guerra submarina sobre un oponente, conllevó a la reducción substancial de la capacidad estratégica e industrial de dicho oponente. En el caso del Atlántico, los aliados debieron cambiar las prioridades industriales y reducir la producción de equipo anfibio. La falta de este equipo anfibio conllevó al retraso en la apertura de un segundo frente en Francia. En el caso del Pacífico, la campaña submarina de la USN redujo significativamente la capacidad de implementar su estrategia defensiva y fue ideal para confrontar a un enemigo que debía abastecer a sus fuerzas a través de grandes distancias por mar.
Es interesante comparar el grado de vulnerabilidad actual de los Estados Unidos frente a una potencia regional que intente atacar las líneas de comunicación marítimas. Dentro de la USN se escucha algo de discusión acerca del posible impacto de un ataque submarino sobre un grupo de batalla, pero pocos consideran el impacto sobre el vulnerable sistema de transporte marítimo. Pues los EUA son dependientes en gran medida del transporte marítimo para poder proyectar su poder militar y un oponente potencial podría utilizar esta vulnerabilidad a su favor.
Super Bowser- Mensajes : 497
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